Vecinos de Vaca Muerta vuelven a denunciar sismos y contaminación

Vecinos de la localidad de Sauzal Bonito y comunidades aledañas al yacimiento de Vaca Muerta en Neuquén denunciaron que, a causa del fracking, se produjeron sismos en la zona, contaminación ambiental y el vaciamiento de los ríos. Además, reclaman por falta de infraestructura urbana, como conexión eléctrica y gas de red.

“Los temblores se empezaron a sentir más o menos a partir del año 2015. En un principio ninguno de nosotros tenía experiencia ni sabía de qué se trataba, hasta que en mayo del 2018 tuvimos un primer episodio muy violento. Hubo un impacto, como si nos chocara un camión”, recordó Andrés Durán, residente de Sauzal Bonito, un paraje rural a orilla del río Neuquén, en un comunicado de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FAN).

En los últimos 10 años, según el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), se registraron más de 430 sismos en zonas aledañas a Vaca Muerta. Durante las primeras semanas de septiembre, el Observatorio de Sismicidad Inducida (OSI) documentó un total de 14 eventos sísmicos en tres zonas de Neuquén, coincidentes con el territorio productivo de Vaca Muerta. Uno de ellos, ocurrido el viernes 8 de septiembre, tuvo una magnitud de 4 puntos en la escala de Richter y afectó seriamente a la localidad de Sauzal Bonito. Según un análisis de los sismólogos de Red Geocientífica Chile, se produjeron 12 réplicas desde ese día.

Durán explica que cada vez que hay un temblor no se puede mantener el equilibrio, empiezan a crujir las paredes, se rompe el piso y se cae la mampostería. “En un día, en 24 horas, tuvimos 37 episodios que iban de un rango de 2 y hasta 4,7 en la escala de Richter. Cada vez que hay un sismo, todos apelamos al sentido de la supervivencia. A cada uno de nosotros se nos viene la imagen de que podemos quedar aplastados o atrapados dentro de una casa. Es una cuestión horrible de vivir», agregó.

El fracking

El fracking consiste en una combinación de perforaciones verticales y horizontales junto con la inyección de un fluido compuesto de agua, arena y aditivos químicos a muy alta presión que fractura la roca, permitiendo que los hidrocarburos fluyan por los poros y emerjan a la superficie. Este tipo de extracción es debatido en el mundo e incluso está prohibido en algunos países, tal como lo explica el informe “Efectos, impactos y riesgos socioambientales del megaproyecto Vaca Muerta” de la FARN, publicado en febrero del 2021.

Entre las consecuencias socioambientales de esta actividad se encuentran: la liberación de gases de efecto invernadero, el vaciamiento de ríos por el uso intensivo de agua, la afectación de la tierra, el avasallamiento de las comunidades indígenas locales y el registro de sismicidad sin precedentes.
La sismicidad inducida con magnitudes mayores a 4 puntos en la escala de Richter sitúa a Vaca Muerta en las posiciones más elevadas en el mapa de la sismicidad inducida a nivel global. Según los documentos “Terremotos subsidiados en el Fortín de Tecpetrol” y “Sismicidad a simple Vista”, publicados en agosto del 2023 por FARN y el OSI, ya se han registrado 10 sismos de estas magnitudes y características en la zona.

«El fracking atraviesa dos tercios de la provincia de Neuquén, y en ese espacio viven más de 30 comunidades que vieron violentadas y quebradas sus formas de vida comunitaria. Estas decenas de comunidades afectadas por Vaca Muerta están a orillas del río Neuquén, que hoy está totalmente impactado por la contaminación petrolera, tanto por los desechos que liberan ahí como por la cantidad de agua que toman para la industria», advirtió Jorge Newel, integrante de la comunidad mapuche Newen Mapu.

“Las empresas sacan agua del río y la devuelven nuevamente pero contaminada. Y esa agua contaminada luego la captan para consumo todas las ciudades río abajo, incluso hasta Neuquén capital”, agregó Durán respecto a la afectación y contaminación que la actividad del fracking genera.

Otras consecuencias

A los sismos y las consecuencias ambientales sobre la calidad de vida de las personas que habitan en la región, se suma la falta de gas de red y de conexión eléctrica.

“Vivimos al lado de las torres de alta tensión y nosotros seguimos como en 1963. Acá viven personas mayores que en invierno pueden agarrarse una neumonía. Con electricidad cambiaría nuestra vida», reclamó Felipe González, residente en Fortín de Piedra, ubicado en la cuenca Neuquina, y sexta generación de los pobladores de la zona. Y agregó: «Necesitamos que nos ayuden. Hemos presentado solicitudes y reclamos ante las autoridades pero no hay respuesta».

Con respecto a la falta de gas de red, Durán remarcó que en Sauzal Bonito “si la gente no consigue leña, se muere de frío”. “Acá se dio el discurso de que Vaca Muerta iba a ser el gran cambio, pero eso nunca ocurrió, todo lo contrario. El eslogan acá es la mejor provincia o la más rica de Argentina, y no sé si de Sudamérica, en cuanto a recursos naturales, y nosotros nos calefaccionamos con leña. La comida la preparamos con una garrafa, que sale seis mil pesos hoy”, destacó.

Ante esta situación, desde FARN explicaron que la falta de transparencia y de acceso a la información -incumpliendo el Acuerdo de Escazú- generó que las empresas no deban responder públicamente por los efectos perjudiciales de sus actividades. Por ende, desde la organización solicitaron a fines de marzo de 2023 una audiencia pública a la Corte Suprema de Justicia de la Nación para evaluar los impactos acumulativos del fracking sobre el ambiente y evaluar medidas para asegurar la calidad de vida de los vecinos de la zona.