El director para Emergencias y Resiliencia de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Rein Paulsen, advirtió este miércoles que la situación global de inseguridad alimentaria es «muy preocupante». A continuación, los principales puntos de su entrevista con la agencia Europa Press:
Inseguridad alimentaria en cifras:
- La inseguridad alimentaria grave ya asciende a 222 millones de personas a nivel mundial, según datos del año pasado.
- Los casos de inseguridad alimentaria «desde 2016 o 2017 aumentaron no sólo en términos globales, sino a nivel de gravedad, de porcentaje de población».
Respuesta a la inseguridad alimentaria
- Se debe optimizar la respuesta ante los casos de inseguridad alimentaria grave.
- Es necesario escuchar las necesidades de los afectados y no solo ofrecer lo que se puede dar desde el punto de vista del que brinda la ayuda.
- La ayuda debe enfocarse en actividades de agricultura, que actualmente solo representa el 40% de la respuesta humanitaria en situaciones de crisis alimentaria.
- Es importante acompañar a las familias para buscar cómo adaptar su forma de vida para hacer frente a la crisis climática.
Brecha entre necesidades y recursos
- Aunque cada año los donantes han dado más recursos, existe una brecha entre las necesidades y los recursos.
- En Afganistán, la FAO trabaja entregando semillas, fertilizantes y apoyo técnico a más de seis millones de personas para que puedan cultivar lo que necesitan para comer.
- En el Cuerno de África, más del 70% de la población está en una crisis humanitaria, y existe falta de recursos y dificultades para el acceso físico a las zonas afectadas.
- Una cuenta pendiente es el acceso hídrico en el Cuerno de África.
La FAO trabaja con granos refinados «para tolerar sequía», o que pueden desarrollarse a temperaturas más bajas. Se requiere una respuesta global y el enfoque debe estar en las necesidades de los afectados y en acompañarlos para buscar soluciones a largo plazo.