«El ocaso de la Reina del Populismo»

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El kirchnerismo denominado casi como una «secta» política, va llegando a su fin; su líder la ex Vicepte Cristina Fernández de Kirchner (después de ser «vivada», admirada y haber conseguido una «legión» de fanáticos) va apagando su «llama sagrada» y entra en el ocaso político, cuestionada, condenada (por la Justicia) y dejando como cierre de su carrera política (junto al ex Pte Alberto Fernández) la triste definición de haber sido parte del «peor gobierno de la historia«, con números lamentables (de inflación, desocupación, pobreza, indigencia, déficit fiscal, etc) pero además, innumerables dudas de manejos espurios, en distintas «cajas políticas» que está investigando la Justicia Federal.

Ahora y siempre lo dijimos, ésto nunca hubiera sido posible sino fueran claros dos o tres puntos cruciales para éste «entramado corrupto» desde las entrañas.

Red de corrupción

Hay que decirlo, Cristina Kirchner no tenía la inteligencia para crear ésta «red de corrupción» que se fue armando desde antes de llegar a la Presidencia; no olvidemos que el ex Pte. Néstor Kirchner era el «ideólogo» de todo éste mecanismo (acompañado por sus «compañeros» de la vida, Lázaro Báez, Julio De Vido, Ricardo Jaime y siguen los nombres) entonces, cuando Cristina tiene que tomar las «riendas» de la «casta corrupta» (por el fallecimiento de su esposo, en el que también se dejaron muchas dudas) hizo algunos «cambios» de manejo (Amado Boudou, Jorge Capitanich y otros) pero siguió todo igual…

Ya desde Santa Cruz, antes del 2003 nos advertían «tengan cuidado con Kirchner que maneja Santa Cruz como un feudo», decían, pero nadie escuchó.

Contó con la complicidad de Eduardo Duhalde para instalarse como el gran «candidato» y el apoyo incondicional del PJ para alzarse con la Presidencia.

Lo único que tuvo que hacer fue «trasladar» el mecanismo de Santa Cruz a la Capital Federal (con obviamente otros «valores») y desde allí, construyó el «Imperio de la casta corrupta» a todos los niveles del Estado.

Cuadernos y la ruta del dinero

Cuando se «destapó» el caso de «los cuadernos de las coimas» y la «Ruta del dinero K» (en el gobierno de Macri, en 2015) desde allí, hasta la actualidad no se dejaron de descubrir casos y casos de corrupción en todas partes (profundizados en el gobierno de Alberto Fernández) y denunciados desde el 2008 por la ex Diputada, Elisa Carrió.

Siempre con el aval «de la gente» fue en dos períodos Pte de la Nación (2007-2015) y en el 2019 (puso a Alberto Fernández como Pte y ella fue Vicepte del mismo periodo) dejaron un país devastado y en los números, pésimamente administrados, que produjo la profunda crisis institucional, económica y social que vivimos en la actualidad.

Cristina actualmente cobra una jubilación de privilegio (más de 14 millones de pesos) y ve como paulatinamente se «apaga su luz» de Gloria y llega el ocaso de su carrera política…

Deja lamentablemente, más «deudas que ganancias» (en la situación social) para toda la gente que la acompañó en forma incondicional; supo construir un «feudo» que nació con su marido, pero se profundizó tras la muerte de Néstor y finalmente, se «resiste» a pensar que su gestión fue pésima y que dejó sumida en la pobreza a su querida Argentina.

Todavía la persiguen innumerables hechos de corrupción no dilucidados por la Justicia, situación que no solo le afectan a ella sino también a funcionarios de su administración y a parte de su familia.
Triste final para una presidente que pudo darle mucho más a su pueblo si realmente hubiera estado pensando en él; todo ese «amor» profesado, no se vió reflejado en sus acciones que solo se dirigieron para su propio beneficio.

Quedará en la Historia seguramente, por haber sido dos veces Senadora Nacional, dos veces Presidente de la Nación y una vez Vicepte; pero estamos convencidos que para quedar en la Historia Grande de un país hay que hacer también una diferencia histórica y en éste caso, me parece (es mi opinión) «no estuvo a la altura», fue una persona más, que tuvo cargos importantísimos en el país y no los supo aprovechar; se quedó en la «chiquita» de beneficiarse a si misma, en vez de ir por la «Gloria» de dejar a su país en lo más alto (en materia, educativa, social, económica) dejar un pais pujante en marcha y con el compromiso para el que viniera de tener que hacer mucho más que ella…

No pasó. Una pena, porque hoy estamos pagando esa falta de grandeza…

Hasta la próxima.

Por: Pablo Rennella (periodista de Córdoba)

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